martes, 26 de mayo de 2020

"CONFINAMIENTO RESIDENCIAL Y EL DOLOR DE NO ABRAZAR A LAS FAMILIAS"


 

                                                   Foto    pepenoticias

Pese a que las cifras de personas por Covid 19, no han sido tan altas en los últimos días,   el llamado siempre debe ser a no relajarnos y mantener las medidas de distancia social y las de higiene, pero tengamos claro, que estamos aun muy lejos de la normalidad que se piensa podríamos tener en Punta Arenas o en Osorno.   Ya lo han advertido los expertos, no podemos descartar una segunda ola de personas enfermas.   

Pero mas allá de las frías estadísticas que son analizados diariamente, quiero referirme en este articulo a aquellas personas que han resuelto acudir a un residencia sanitaria para mantener su cuarentena obligatoria, por presentar  la enfermedad o por haber sido contacto estrecho, y que están a la espera de los resultados.   

Generalmente son funcionarios de la Salud, o personas que han preferido acudir a estos recintos para no arriesgar a sus familias.  Pienso en aquellos trabajadores de la salud que hoy no pueden abrazar a sus hijos e hijas, o parejas.  Sin duda que para estas personas hay un doble dolor, la enfermedad y el distanciamiento familiar.      

En la región de Magallanes hay una alta cantidad de hostales y hoteles que han sido contratados para alojar a estas personas y de esta manera tener una opción de tener un ingreso, luego del termino anticipado de la temporada turística.     

Esta noche nuevamente hubo un llamado a aplausos al personal de la salud, que recibieron el homenaje de diversas instituciones en todo el país y de los ciudadanos desde sus hogares... sin duda que se lo merecen en estas horas complejas y donde el alto nivel de ocupación de camas criticas  se incrementa en varias regiones.  Acá en la zona, los funcionarios de la salud durante los primeros días, reconvirtieron camas y equipos de anestesias en ventiladores, mas trasladados médicos a otras zonas del país.  

Depende de nosotros que esta segunda ola nunca llegue y se confirme el pronostico de la Organización Mundial de la Salud, que las cifras van en descenso en aquellos países donde comenzó la enfermedad. Lo único claro hoy, es que todos tenemos que ayudar a cumplir con las medidas sanitarias y permitir que las personas abandonen las residencias sanitarias y puedan volver a sus hogares y abrazas a su familia.  

Por    Pepe Marihueico L.






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